sábado, 17 de agosto de 2013

Capítulo 1.

Mi infancia la resumiré rápido. Fue un sube y baja total, lo que más recuerdo es que mis amigas de la infancia, desde preescolar, dejaron de hablarme al finalizar quinto de primaria. Cosas de crías supongo, nunca lo llegué a saber. Cosas de crías pero que hacen daño, sobre todo si aún eres una niña. Cuando empecé sexto de primaria fui a hablar con otra chica, otra a la que tampoco hablaban el curso anterior y cuando dije que si quería sentarse conmigo me dijo que las demás le habían dicho que se fuera con ellas. Aun así, en clase me senté con ella, y me di cuenta que solo la habían vuelto a “admitir” en el grupo para dejarme a mi más aislada. A pesar de todo acabe bien el curso, con buenas notas, ya que siempre he sido una persona estudiosa. Pase un muy buen verano a pesar de no tener amigas. Tengo un primo de mi edad, con el que desde pequeña me he llevado muy bien, y pasamos todo el verano juntos, pero a medida que se han pasado los años, y que yo volví con las otras chicas la relación se enfrió, y ahora ni siquiera nos damos dos besos aunque llevemos tiempo sin vernos. Da pena recordar todo esto y ver cómo están las cosas ahora.

Bueno, el verano acababa y yo iba a empezar el instituto en otro pueblo, ya que mi pueblo es pequeño y no tiene instituto. Una de las tardes anteriores al comienzo del instituto me llamó una de las chicas, Marina. Marina siempre fue mi mejor amiga, y lo ha seguido siendo hasta hace pocos días, aunque la amistad se fue perdiendo hace unos años, 6 años de instituto dan para mucho. Como iba diciendo, Marina me llamó. Me dijo que esa tarde dos de las chicas, Laia y Noa, le habían dejado en ridículo delante de mucha gente, aunque nunca creo que fuera tan exagerado, ya que Marina siempre ha sido muy victimista y muy exagerada. Aproveché esta llamada para decirle que si podía contar con ella en el instituto, ya que iba a entrar sola, y ella me dijo que sí. Sabía que me diría que sí, que con ella y con todas, ya que cuando están solas nunca son capaces de plantarte cara. Así que llegó el primer día de instituto y pasé a por Noa, que es la que vivía en mi barrio, y fuimos hacía el bus, temblando de miedo.

El instituto empezó. Estábamos todos nerviosos, pero yo tuve la suerte de que me tocara con cinco chicas de mi pueblo. El primer año de instituto fue caótico, pero genial. Conocí a muchísima gente, a pesar de ser muy tímida, las que volvían a ser mis nuevas amigas no lo eran, y me presentaban a gente. Así pasé a segundo de la ESO, donde pasé otro año genial. Aquí empezó a tomar protagonismo otra chica, Laura. Ella también es de las que sacan buenas notas y siempre me había llevado muy bien por ella yo creo que por eso, la diferencia es que ella era mucho más sociable que yo, y ya había salido con distintos chicos. Este año seguí cogiendo más confianza con Marina, era mi mejor amiga, siempre nos contábamos todo. Laura y Noa también se fueron acercando mucho, acabaron siendo las líderes del grupo, dejándonos a Marina, Laia y mí como en la retaguardia. También había otra chica, Estela, que siempre pasaba más desapercibida, pero que en secreto quería ser la líder y la más popular de todas, ¿quién no lo quiere ser a esa edad?

Así pasó el año. Laura y Noa quedando siempre juntas, a veces contaban con nosotras, otras no, las cosas se las contaban entre ellas y si les apetecía nos las contaban y si no, no. A pesar de todo, Laia, Marina y yo siempre vimos a Noa como un títere de Laura. Ella era la que conocía a la gente y la que le decía que hiciera unas cosas u otras. Así que ese verano aprovechamos. Laura se fue de campamento el mes de julio, y nosotras queríamos que Noa no se dejara influir más por ella. Le contamos todo lo que nos decía de ella, porque Laura, cuando se quedaba a solas con alguna de nosotras nos lo decía. Nos llegó a decir que a Noa solo la querían por el físico, porque de cara era muy fea, o que no se podía confiar en ella. Además hizo algo que nunca se lo perdonamos. Quería que Marina se liase por primera vez con un chico, pero ella sabía que el chico iba a decir que no, entonces (que nunca supe si lo dijo en broma o no, pero espero que sí), dijo que la grabáramos cuando se pusiera a llorar para luego reírnos. Cuando Laura volvió, le dijimos todo y nuestra relación con ella acabó.


 Ese verano, el verano de 2009, fue el mejor de mi vida. Conocí a gente que venía a veranear al pueblo estupenda, aunque también empecé a recibir las primeras “bromas” en relación a mi peso. También mis amigas empezaban a tantearse con el sexo opuesto, mientras yo era la que estaba al día siguiente esperando a que me contasen todo, y soñando que algún día sería yo la que viviría eso. Al acabar verano, y a días de empezar el instituto, empecé con mi aventura por Internet. Me creé mi primer Tuenti famoso.

martes, 13 de agosto de 2013

Prologo

-Wow, nunca pensé encontrarme con alguien que hiciera algo así, pensaba que eso solo salía en las películas.

-Ya, supongo que es raro, y más raro se verá aun en un pueblo pequeño como este, donde todo el mundo quiere saber lo que le pasa al prójimo y criticar si es posible. Pero esto es como las enfermedades graves, piensas que nunca podría pasarte ni a ti ni a nadie cercano, hasta que al final pasa.

-¿Lo consideras una enfermedad?

-Bueno, es algo así como una obsesión.

-La verdad creo que nunca lo entenderé, puedes hacerte bastante daño, es más, si la cosa sale verdaderamente mal puedes llegar a… morir.- Noté como bajaba su tono de voz cuando más se acercaba el final de la frase. Se notaba que este tema le imponía bastante respeto, e incluso puedo llegar a pensar que miedo, pero estoy segura de que no me miraba como me miran los que ya lo saben y me tratan como a una loca apestada.

-Lo que yo buscaba justamente era el dolor. Yo culpaba a mi cuerpo de todo, y por eso era como si necesitara hacerle daño.

-Pero, ¿no te daba miedo ir demasiado lejos, pasarte de la raya, ya sabes?

-La verdad es que nunca me importo. No era suicidarme lo que buscaba, pero si hubiese pasado no me hubiese importado, porque en ese momento piensas que todo estaría mejor si tú no estuvieras en este mundo, como si nadie te necesitase. Piensas en tus padres pero también piensas en que eres una carga para ellos, por tanto piensas que lo podrán pasar mal unos días, pero luego todo mejorará.

-¿Y no pensabas en tus amigos?

-Nunca consideré que tenía buenos amigos hasta hace unos años, que fue cuando todo esto comenzó a parar, cuando yo me planteaba más las desventajas y el perderlo todo. Mis supuestas amigas de toda la vida me dejaron sola cuando era muy pequeña, pasé muchos años sola hasta que volvieron a hablarme, pero de todas formas, después de volver a estar juntas otros 3 o 4 años me volvieron a apartar por otras chicas que acababan de conocer y a las que dejaron de hablar un año después, y solo porque yo era diferente, porque no me gustaba salir los sábados y ponerme hasta las cejas de alcohol como hacen ellas. Eso, para mi gusto, no son amigas de verdad. Hace unos años, en mi tercer año de instituto fue cuando conocí a las que hoy en día considero que son mis amigas de verdad, las que están ahí aunque no haga lo que ellas hacen.

-Yo nunca tendría el valor para hacer eso. A parte del dolor físico… pensar que pudiera marcharme para siempre de un momento a otro, sin dar un por qué… me aterroriza.

-Por eso yo siempre dejaba una carta cuando lo hacía, por si acaso. La renovaba cada dos o tres meses, para que por lo menos tuvieran una explicación. Tengo una caja llena de cartas, a cada cual peor, pero cuyo mensaje es el mismo siempre.

-También me has dicho que culpabas a tu cuerpo, pero tú no tienes mal cuerpo.

-Ya te he dicho que esto es de hace años, y en esta sociedad todo está basado en el físico. La verdad es que nunca he recibido muchos insultos con respecto a mi peso y mi cuerpo, pero las miradas y los actos, el crecer y ver que tus amigas empiezan a quedar con chicos y que tú sigues ahí, esperando gustar a los demás, mientras se van a por otras, quizá fue por eso por lo que comencé a aislarme, a dejar de salir por ahí, a buscar vida tanto dentro de mi cabeza, en los mundos perfectos de fantasía que yo me montaba, como en internet, porque en el mundo real pasaba totalmente desapercibida y mientras las demás vestían como querían y salían con quien se proponían, yo tenía que sonreír y alegrarme cuando me contaban lo bien que les iba, pensando que al día siguiente sería yo la que estaría contándoles mis experiencias, ya que ese mundo no podía ser tan injusto para que nunca me tocase a mí, pero aún no me había dado cuenta de hasta donde llegaba la injusticia.

-¿Y qué encontrabas por internet?

-En internet podía mostrarme como era sin que nadie me juzgase por mi aspecto. Entré a una red social donde conocí a un montón de personas e incluso puedo decirte que pasé algunas de las mejores experiencias que he pasado en mi vida, aunque parezca imposible hacerlo a través de una pantalla, yo lo hice.

-¿Sabes lo que me parece raro? Que me cuentes todo a mí, que me conoces de unos pocos días, solo hemos cruzado pocas palabras.

-Has sido tú el que ha preguntado, pero de todas formas es mucho más fácil contarle todo a un desconocido o a alguien con el que hallas cruzado pocas palabras, te puedes ahorrar explicaciones tontas que con tus conocidos tendrías que darlas, ahorrarte las lágrimas y las penas de tus conocidos, y todo es más fluido. Además, tú me inspiras confianza, y mira que con todo esto me he vuelto muy desconfiada.

Vi que la cara le cambió, que ya estaba más seguro y no tenía miedo como antes, o por lo menos no me consideraba una loca, entonces me quedé sorprendida por lo que me dijo después.

-Me gustaría que me contases toda la historia, desde el principio hasta el último punto. Es algo que quiero entender, porque pese a lo que me has explicado, aun no llego a entender el que no te importase dejarlo todo. No soy muy buen consejero, ni podría ser muy buen psicólogo, pero se escuchar, y quizá te sientas mejor soltándolo todo.

Y ahí fue donde se empezó a estrechar nuestra relación, cuando yo le empecé a contar todo sobre mi pasado.

Introducción al blog

Este blog ha sido creado para relatar la historia que estoy escribiendo. Es una historia en parte real y en parte ficticia, pero necesitaba contarla sobre todo para desahogarme y soltar por fin todo lo que me ha estado haciendo daño todos estos años. No se si gustará o no, no sé si tengo talento para esto o no, pero quiero intentarlo. Aceptaré críticas tanto buenas como malas, eso si, nunca las ofensivas o las que intentan hacer daño. No tengo nada más que añadir. Espero que os guste, que disfrutéis, y sobre todo que os llegue al corazón.